Postales

La lluvia le dejó su lugar al viento en Londres. Un montón de viento.

Me afecta para circular y laburar. No avanzo ni pedaleando con el cambio más liviano. Lo que queda de mi ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y sus injertos 1 y 2, muy contentos y agradecidos.

Algo de lo que veo entre semana.

Camino al trabajo, un "piquete" en una escuela.

Ya en el modo de Sandwich Man, puedo decir que adquirí ciertas mañas con las monedas y algunos modismos...

Los días arrancan mal, laboralmente hablando, si un sujeto con anteojos y traje me paga un Cadbury de £0.60 con un billete de £10 en mi primera parada. Los códigos, por favor.

Lucho por erradicar el "Not too bad" como respuesta al tipico y amable "How are you today?".

Que clase de pesimismo posmoderno es ese? Recargo del 10% para esa gente!

Tiene esto algun sentido, desde el punto de vista vial, o es una obra de la querida Marta Minujín?

Entro a los edificios

Preparo todo

Y... a gritar!

Descubrí la joyita de los dulces que vendo: el Belgian Chocolate Brownie.

Me clavo uno cada vez que paro a relajarme.

El tube de vuelta, al mediodía, tiene asientos vacíos y diarios que la gente dejó.

Las tardes y noches libres para mi.

Dar vueltas, tomar algo, comidas en lo de gente amiga, Lunes de proyección de cortometrajes en un squat de Camden, recitales impresionantes en bares (la semana pasada Yo La Tengo; ayer, The Field)

Si te subís, no para.

Hasta la próxima vuelta.