Shalom

  Israel me recibio con el calor de una fiesta en un bosque a las afueras de Jerusalem que duro mas que lo que duran varias fiestas.

Llaman la atencion la cantidad de soldados y soldadas que custodian la ciudad. En Jerusalem conviven infinidad de lugares santos para el Cristianismo, Judaismo e Islamismo. De tanto caminarlos ya casi que me siento preparado para dar clases de religion en algun colegio primario privado de zona norte.

Tres noches en el desierto, bajo todas las estrellas y en la costa del mar muerto.

Se flota groso.

En el punto mas bajo de la tierra se toma mucha altura.

 

Ya mas al Sur, llegando a Eilat, descanso en un kibbutz donde un amigo de un amigo de un amigo de mi sobrino nieto, me recibe y agradece mi mano de obra poco calificada mientras construimos casas de barro para la comunidad que aqui vive.

La comida es excelente. Hummus hasta para lavarme los dientes.
La gente tiene mucho sentido de pertenencia y una resposabilidad implicita por servir al pais y luchar por conservar esta tierra desde aca, de no radicarse afuera.
No me tope con muchos opositores a los muros que rodean Palestina.
Vengo afilado con el dedo, el transporte nacional.
No asi con el hebreo.
Ampliare desde alguna playa desolada en Sinai, Egipto, donde Asia se convierte en Africa.
Un saludo a todos los que me conocen.